domingo, 27 de julio de 2025

martes, 22 de julio de 2025

Notas de julio

 


A mediados de julio, tiene la rosa tentación de sentirse eterna.

En las mañanas de verano, la casa de mis padres olía a luz de rosas y hierbabuena recién cortada.

Hay suficiente luz
en este amanecer
-abierta la ventana
que busca el frescor
del final de la noche
en el incierto julio-
para saber tu ausencia.

lunes, 21 de julio de 2025

Desarbolado

 


El vencejo caído
que nunca fue arbusto
pasado el mes de junio,
desarbolado.

© Pedro Ojeda Escudero, Del desconsuelo, 2025.

lunes, 7 de julio de 2025

El trabajo bien hecho

 



Esta mañana me he comprado un cinturón de piel de color negro. En la misma tienda, el dueño se ha ofrecido a repararme uno antiguo de color marrón que debe tener más de veinte años. En principio, bastaba con aplicarle un poco de pegamento especial. Con el uso, se han despegado las dos piezas por la parte donde me abrocho la hebilla. Un par de horas después, he pasado a recogerlo. Ya lo tenía pegado y seco, pero me insinuó que quedaría mejor si cosiera todo el perfil del cinturón (viene cosido con un hermoso hilo en la parte central). No se había atrevido a hacerlo sin preguntarme antes, me dijo. Le respondí que adelante, que no importaba el precio porque tengo cariño a ese cinturón y la piel está en perfectas condiciones a pesar del tiempo o precisamente por el tiempo. Me miró sin comprenderme del todo. Es un hombre mayor, afable, debería ya estar jubilado, pero le gusta su oficio. Él y su mujer abrieron esa tienda en pleno barrio de las Delicias hace muchos años y siempre han vendido el mismo género: cinturones, bolsos, mochilas, bandoleras. Por esto no te voy a cobrar nada, cómo te voy a cobrar, me compraste este cinturón hace muchos años, me dijo. No solo venden, también reparan este género. No se va a hacer rico, le dije. Para qué quiero yo ser rico a mi edad. Mientras me hablaba, acariciaba con los dedos la piel envejecida del cinturón.

Un poco antes había dejado un pantalón que necesita algunos arreglos y una mochila textil en un cose todo que regenta una mujer musulmana en la zona de Caño Argales. Hace años que voy a su taller. Nunca le he pedido un recibo de lo que le entrego, pero siempre cumple el plazo que me da y el precio más bajo de los que me da de forma orientativa cuando le pregunto. Quedará bien, me dijo. Sé que quedará bien.

Entre ambos recados, me he tomado un café y el camarero, que me conoce de hace solo unos meses, no me ha dejado pagar mi cortado. A este te invito yo, me ha dicho sonriente. Es muy joven. Es su último día en ese café, ha aceptado un trabajo en uno de los más antiguos de la ciudad. Le ofrecen, además, formación en gestión de restauración. Se necesita aprender, me ha dicho, para mejorar.

sábado, 5 de julio de 2025

viernes, 4 de julio de 2025

Venus

 


A veces me doy cuenta (no preguntes),
sin más, de que estoy vivo.
Como verte salir con sol poniente
de la espuma del mar, estrujándote
el pelo con las manos y mirarme
como si en realidad 
estuvieras naciendo en esta playa
por esas circunstancias
que parecen escritas para los otros.
Lo recuerdo. Quizá
todo valió la pena
antes de recoger
el mar en el capazo.

© Pedro Ojeda Escudero, Del desconsuelo, 2025.

jueves, 3 de julio de 2025

Información meteorológica

 


Ahora que te has marchado
-qué gesto el tuyo al irte,
recogiendo tus cosas,
de señalar las nubes,
como si esto no fuera
más que la información
de la mujer del tiempo-
el verano es atroz.
Y truena.

© Pedro Ojeda Escudero, Del desconsuelo, 2025.

martes, 1 de julio de 2025

Escribo del mar

 


Escribo del mar, hoy, por si mañana no pudiera. El mar tiene pulso de huida y regreso, pero cuando regresa ya no es el mismo. Un niño juega con una pelota en la orilla: una ola se la arrebata y otra se la devuelve. En ese ir y venir, el niño se hace adulto, mira la pelota como un objeto extraño que no le perteneciera, pero percibe en ella algo familiar que le alegra como si en la esfera de plástico se guardara el secreto de una vida, la suya, que se ha consumido entre una y otra ola.

lunes, 30 de junio de 2025

La nostalgia es un ejercicio de sufrimiento

 


Nunca hay regreso. En la historia, jamás vencerás con palabras del pasado. La nostalgia es un ejercicio de sufrimiento. De ahí la perplejidad actual: nos empeñamos en buscar razones antiguas a la sinrazón presente.

jueves, 26 de junio de 2025

Copla del sueño del mar

 


Se sueña el mar, 
cuando anochece, 
con el poema
que se me pierde.

Sopla la brisa,
crece la noche;
te abrazo fuerte,
que no te robe.

Que no te robe
si el tiempo pasa;
guardarte siempre
aunque te vayas.
Aunque te vayas
y no regreses; 
al menos tu aire,
que se me escapa.

© Pedro Ojeda Escudero, Del desconsuelo, 2025.


miércoles, 25 de junio de 2025

Especies extrañas de peces

 


¿Es tarde ya para todo?

El desierto chileno de Atacama es el más árido del planeta. A pesar de eso, ha sido habitado por el ser humano. En los años en los que la precipitación es superior a lo habitual, se cubre de flores amarillas, rojas, blancas, malvas, lilas... No busca que lo miremos, pero alguien como José Luis Cancho lo vio y escribió sobre eso uno de los párrafos más hermosos de la literatura española en ese prodigioso libro que es Los refugios de la memoria. Esas líneas son una pausa que reconforta una vida como lector. En la comuna de Alto Hospicio de Atacama se encuentra también uno de los mayores vertederos ilegales de ropa usada. Sobre todo, de esas marcas baratas que viajan en contenedores de un lado a otro del planeta para terminar en los océanos, en las costas africanas o en este desierto chileno. Toneladas de ropa amarilla, roja, violeta. A veces, con la etiqueta puesta.

La violencia. ¿Y después de la violencia?

El 24 de julio de 2014, también en Chile, falleció Jan Puerta, excelente fotógrafo y un ser humano excepcional. Tuve la dicha de que la lectura del Quijote que lancé aquí me cruzara con su vida. Cruzaba descuidado una calle en Limache y le atropellaron. Un día, Jan Puerta se había cuestionado su vida en Barcelona y supo que aquello no era lo que quería. Se salió a tiempo de un camino que no le hacía feliz. Lo vendió todo y se embarcó y viajó por el mundo hasta que encontró su lugar en Valparaíso.

En el estanque he visto especies extrañas de peces mirándome.